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21 de marzo de 2021

La vida es toda memoria

 

“Has it ever struck you that life is all memory, except for the one present moment that goes by you so quick you hardly catch it going?”

“La vida es toda memoria excepto por el momento presente que pasa tan rápido que apenas lo ves irse”. 

Tennessee Williams

 

  El camino le alejaba de todo lo que una vez fue, le alejaba de su casa, de su madre, de su hermano, de su niñez hasta ahora plácida, esa placidez que sólo conoces en la infancia, que no vuelves a encontrar por mucho que la busques.

  Aquel viaje sin rumbo era el inicio de una nueva existencia, y sentado allí en el asiento del copiloto, mirando por la ventanilla un paisaje repetitivo  que no dejaba ninguna impresión en su cerebro, su mente volaba hacia lo desconocido. Era una sensación extraña, como si todo su ser, todo su cuerpo, supiera que  no volvería a ser el mismo; que ya no volvería a sentirse dentro de aquella burbuja, protegido, a salvo.

  Ante si se desplegaba otra vida, llena de incertidumbre, de soledad y de recuerdos.

  Nadie le había preparado para aquello. Nadie le había preparado para la perdida. Y ahora, cuando recordaba su existencia pasada, sentía que no era él, que nunca fue aquel niño feliz que jugaba en los árboles,  que corría sin motivo y sonreía al sol tumbado boca arriba en el prado verde frente a su casa. ¿Cómo podía respirar así aquel niño, como podía reírse a carcajadas hasta sentir sus costillas doloridas; cómo podía aquel niño dormirse en el porche, exhausto, con la sangre aún hormigueando por sus venas?

  Ya no miraba igual, sus ojos habían cambiado, y su padre, que conducía en silencio a su lado, se había dado cuenta.  Como también se había percatado del abismo que se había interpuesto entre los dos, y de que su presencia se había hecho de pronto más rotunda. Su hijo estaba ahora en el mundo, reclamando su lugar, buscando su hueco en él. En un abrir y cerrar de ojos había dejado de ser aquel muchacho de andar ligero y sonrisa espontánea para convertirse en el hombre taciturno que tenía al lado. Como un pinchazo en el pecho sintió también la perdida como la había sentido su hijo. Sin saber cómo, ni cuándo, el tiempo de los dos había pasado, y seguía escapándose fugaz a medida que avanzaban por aquella interminable carretera con destino incierto. Ambos sabían que al final de aquel viaje jamás volverían a verse.



19 de marzo de 2021

Ayer

 Ayer siempre trae notas tristes a mi cerebro, como si esa sola palabra pudiera evocar y concentrar lo que significa el paso del tiempo cuando el tiempo es un tormento. Porque aunque vivir es un regalo no siempre es un tiempo feliz, no siempre deja un aprendizaje, no siempre cura. A veces sentir que dejamos atrás una parte de nosotros que no volverá nos empuja al abismo de esa emoción que se enreda en la garganta, que ensombrece la mirada, que hace que nos pese el alma. Ayer es aprender a soltar, a dejar fluir las cosas como lo hace un río que se lleva lo malo pero también lo que fuimos, lo que sentimos, lo que anhelamos, lo que vino a transformarnos. Ayer es un tiempo pretérito de huella profunda en el presente; sin él no tenemos futuro, sin él estaríamos siempre a merced de la incertidumbre. Lo bueno del ayer es que deja una estela, que hace costumbres y crea rutinas, que marca el sendero, conforma un mapa para no perdernos en el inédito presente. Lo bueno del ayer es que nos enseña que si pasamos mucho tiempo evocando lo que una vez fue nos perdemos lo que ocurre ahora. Y ahora es una palabra redonda, abierta, a la que tenemos que entregarnos sin paracaídas. El ahora tiene oportunidades, el ayer sólo nostalgias. El ahora puede convertirte en algo que no puedes ni imaginar, el ayer en una sombra que se apaga recordando lo que una vez fue y ya no será más. El ahora es la luz de un nuevo día, el ayer la última oscuridad antes del crepúsculo. Ayer es inamovible, ahora es movimiento. Y aunque suene tentador pararse a contemplar el pasado lo que cuenta es el ahora...



2 de enero de 2020

2010 - 2019

Una década, 10 años, 120 meses, 3650 días, 87600 horas, 5256000 segundos. Diez años.
Diez años que parecen arena escapando entre los dedos cuando se piensa en ellos. Diez años fugaces y a la vez intensos. Diez años, una década, la segunda del siglo XXI que, a pesar de todas las esperanzas que teníamos puestas en  ella, ha resultado ser tan caótica, revuelta y violenta como la primera, un período marcado por las revueltas sociales, las guerras y las catástrofes naturales. ¿Te apetece que repasemos juntos los hechos más destacados de ella? Empecemos…

El año 2010 se presentó con un terremoto de 7,3 grados, el que sufrió Haití el 12 de enero y que dejó un balance de fallecidos estremecedor, más de 200.000 personas, a los que habría que sumar la cifra de heridos, 250.000,  y  de damnificados, más de un millón. Considerada una de peores tragedias humanitarias de la historia, el país entero quedó paralizado, destruidas casi en su  totalidad  las infraestructuras sociales, políticas y urbanas. El desastre agravó la extrema pobreza en la que vivían buena parte de una población que meses más tarde tuvo que lidiar con una epidemia de cólera.
Pero el de Haití no fue el único terremoto que se vivió en 2010; Chile también sufrió uno de 8,8 grados, uno de los más fuertes jamás registrados, y que en un minuto y medio  se cobró la vida de más de 300 personas el 27 de febrero. Unos meses más tarde la erupción del volcán Eyjafjalla en Islandia paralizó el tránsito aéreo del norte de Europa debido a las cenizas que fueron proyectadas a la atmósfera. 2010 también fue el año en que España ganó el mundial de fútbol, en que la plataforma Deep Water Horizon vertió en las costas de México más de cinco millones de barriles de petróleo, del rescate de los 33 mineros chilenos tras 69 días sepultados en una mina, y del escándalo de Wikileaks.



En España, el 2011 llegó libre de humo de tabaco, y es que el 2 de enero entró en vigor la Nueva Ley Antitabaco que prohibía fumar en cualquier espacio público cerrado. La inmolación de Mohamed Bouazizi propició una serie de protestas de apoyo, primero en Túnez y luego en varios países árabes; fue el germen de la Primavera Árabe en respuesta a las enormes desigualdades que se vivían en aquellos  países. En mayo Osama Bin Laden fue asesinado tras diez años en busca y captura. En 2011 varios países europeos, España, Chipre, Italia y Grecia, entre otros, tuvieron que ser ayudados para evitar que sus economías entraran en recesión; la unión europea se enfrenta a su primera crisis.  El 11 de marzo un tremendo terremoto de 9,0 grados, el cuarto más potente del mundo, y un posterior maremoto, asola Japón, una situación empeorada por la crisis nuclear que se produjo tras esta serie de catástrofes. El saldo de muertos en la tragedia se elevó a 15.812.
A nivel nacional, el 2011 fue el año en que ETA anunció el “cese definitivo de su actividad armada” tras 52 años de terrorismo, y de la derrota abrumadora del socialismo en las elecciones de noviembre frente al Partido Popular. A nivel internacional, fue el año de “Juego de tronos” y el de la muerte de Steve Jobs, fundador de Apple. Y a nivel local se produjo la erupción submarina en la isla del Hierro.




Además de ser un año bisiesto, el 2012 tenía que ser el último del mundo según una profecía Maya. En enero el “Costa Concordia”, crucero con 4229 personas a bordo, naufraga frente a las costas de la isla de Giglio, dejando 32 muertos. Obama revalida su candidatura como presidente de EEUU por cuatro años más. Kim Jong Un, hijo de Kim Jong Il, muerto en diciembre de 2011, asume el control de Corea del Norte desbaratando todas las esperanzas de cambio que había puestas en él. Kin Jong Un mantuvo un estricto y hermético régimen y durante 2012 se dedicó a desafiar a sus vecinos y a las potencias con su plan nuclear.
El fin del mundo
En nuestro país se inicia una serie de marchas de protesta pacíficas contra los planes de austeridad del gobierno de Mariano Rajoy, que afectaba a los presupuestos de Educación y Salud, en un clima social marcado por el paro, los desahucios y las desigualdades. Este movimiento se conoció como el 15-M. En julio se produce un tiroteo en Denver, Colorado, durante el pase de la película “Batman” dejando un balance de 12 asesinados y otras 58 personas heridas. Londres fue la sede de los 30º Juegos Olímpicos.
Hugo Chávez es reelegido por cuarta vez pero su delicado estado de salud le obliga a elegir como sucesor a Nicolás Maduro. El Curiosity aterriza el 6 de agosto en Marte. Ray Bradbury y Neil Armstrong fallecen. El huracán Sandy azota EEUU, especialmente  a New York,  que se convirtió en una ciudad fantasma; su saldo fue de 39 muertos y miles de millones de euros en desperfectos.
El fin del mundo tenía que producirse el 21 de diciembre pero la decepción se produjo a las doce de la medianoche, el planeta siguió orbitando tranquilamente y la humanidad siguió su curso como hasta entonces.



El 2013 empezó sangriento, un bombardeo en Damasco, Siria, deja 50 muertos, y unos días más tarde dos ataques con explosivos destruyen la universidad de Alepo dejando 80 asesinados. Francia interviene militarmente Malí para frenar el avance de rebeldes islámicos ligados a Al Qaeda. En febrero el papa Benedicto XVI renuncia, el primero que deja su cargo en vida desde Gregorio XII en 1415, y el obispo argentino Jorge Bergoglio es elegido como sucesor, nombrado papa Francisco. En marzo muere Hugo Chávez. El 24 de abril un edificio de ocho plantas en Savar, a las afueras de Dhaka en Bangladesh colapsa, en el trabajaban 5000 personas en  los “talleres de la miseria”; mas de 1000 personas perdieron la vida y otras 2000 resultaron heridas. La tragedia destapó las pésimas condiciones de los trabajadores textiles en Bangladesh. Un atentado con bombas en el maratón de Boston deja tres muertos y más de 200 heridos. Edward Snowden, antiguo empleado de  la CIA y la NSA revela que el Gobierno recopila y almacena datos de los ciudadanos. El presidente de Egipto Mohamed Mursi es derrocado y se pone fin a la “Primavera Árabe”. En nuestro país un tren que se dirigía a Santiago de Compostela descarrila a sólo tres kilómetros de su destino, mueren 79 personas en uno de los peores accidentes ferroviarios de España. El tifón Haiyan deja tres mil fallecidos en Filipinas, y Corea del Norte sigue desafiando al mundo con sus pruebas nucleares, una de ellas provoca un sismo de 5,0 grados en la escala Richter. Y terminamos el 2013 con una despedida, la del premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, que muere el 5 de diciembre.




2014 fue el año del ébola, un virus que había surgido en Guinea en diciembre de 2013, que en 2014 se extendió a muchos países africanos y que sólo supuso una emergencia global de salud pública cuando saltó a los países más desarrollados de Europa y América. Su tasa de letalidad era temible, un 90%. En España copó  titulares cuando Teresa Romero, auxiliar de enfermería, se contagió tras atender al misionero Manuel García Viejo, infectado en Sierra Leona y repatriado a nuestro país para su tratamiento. 2014 también fue el año en que el rey  Juan Carlos  abdicó a favor de su hijo Felipe VI, y de la desaparición de dos aviones de Malasya Airlines.
El año había empezado con disturbios y manifestaciones en Ucrania y Venezuela, en este país la inseguridad que se respiraba, el desabastecimiento  y la censura favorecieron el clima de descontento de la población. Se habló también de Boko Haram y su deleznable acción, secuestrando a 276 niñas nigerianas; hoy en día muchas de aquellas chicas siguen desaparecidas, y en los últimos 5 años la banda yihadista nigeriana ha secuestrado a 10.000 mujeres y niñas más. En junio de ese año el ISIS, grupo yihadista Estado Islámico, tomó control de una gran área de Irak y se vivió la crisis de refugiados sirios. Dos personalidades del mundo del cine y la literatura mueren, Robin Williams y Gabriel García Márquez, y terminamos el año con Cuba y EEUU acercando posiciones y retomando sus relaciones diplomáticas.



2015 fue el año de los atentados terroristas en Europa, a principios de año en la redacción del semanario satírico francés Charlie Hebdo en donde resultaron muertas 12 personas, y a finales, un viernes 13 de noviembre, una serie de atentados siembra el terror en París; en aquella sangrienta noche 153 personas son asesinadas. En Argentina aparece muerto en extrañas circunstancias el fiscal Nisman. El 24 de marzo, el copiloto de un Airbus A320 de la aerolínea Germanwings, Andreas Lubitz, estrella intencionadamente su avión en los Alpes franceses. Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de EEUU, suscita la polémica por sus propuestas racistas y xenófobas como la de levantar un muro entre México y EEUU o la de prohibir la entrada al país a toda persona musulmana. La crisis de refugiados sirios sigue siendo un problema humanitario de primer nivel; en este año la fotografía de un niño sirio ahogado en una playa impactó al mundo. También se habló del escándalo de Volkswagen; de la primera visita del papa Francisco a EEUU y a Cuba; de la deuda griega y de la decisión histórica de la corte estadounidense de legalizar los matrimonios del mismo sexo. Además la NASA anunció la posible existencia de agua líquida en Marte. El cambio climático y las medidas para frenarlo también fue un hecho destacado del 2015 y los terribles terremotos acontecidos en Nepal que destruyeron la ciudad y  sesgaron la vida de  8900 personas coparon titulares.
En nuestro país fue muy destacada la agresión que sufrió Rajoy por un menor de 17 años  y sobre todo el desafío soberanista catalán.



Gana Trump
2016 pasará a la historia como un año sangriento, repleto de atentados y guerras, pero además por haber sido el año de la victoria de Donald Trump a la presidencia de EEUU, un signo más de la decadencia de los tiempos y del poder que tiene el miedo cuando las mentes retorcidas y manipuladoras lo usan para su conveniencia.
Donald Trump llegó a presidir una de las principales potencias del mundo en un clima de terrorismo. En marzo un doble atentado en Bruselas deja 30 muertos. En junio un club homosexual de Orlando fue escenario del horror cuando Omar Mateen mató a 49 personas en nombre del estado islámico al que juró lealtad antes de ser abatido, y en julio un terrorífico atropello en Niza, Francia, se lleva 90 almas. En diciembre un camión mata a doce personas en un mercadillo navideño en Alemania; en Turquía y Egipto otros atentados se llevan la vida de 44 y 30 personas respectivamente. El 2016  fue el año del Brexit; un 51,9 % de los británicos votaron a favor de la salida de la Unión Europea. Alepo, ciudad siria, controlada por los rebeldes desde 2012, cayó en manos de las fuerzas sirias constituyendo la mayor victoria de la guerra que asola este país. Se habló del  virus del zika, de la muerte de Fidel Castro, de los olvidos de Cristina de Borbón declarando ante un juez por el caso Nóos, de los papeles de Panamá, del fin del bipartidismo en España, de los juegos Olímpicos de Río de Janeiro, del nobel de literatura de Bob Dylan, de Stranger Things, del accidente aéreo ocurrido en Colombia, en el que murieron 71 personas, casi todas miembros del equipo Chapecoense, y de la muerte de dos estrellas de Hollywood, Carrie Fisher y Debbie Reynolds, madre e hija, y muertas con un día de diferencia.



En nuestro país el 2017 estuvo marcado por los sucesos acontecidos en Cataluña; por los horribles atentados terroristas sucedidos en Barcelona y Cambrils un 17 de agosto, y que sesgaron la vida de 16 personas, dejando además más de 152 personas heridas. Pero Cataluña también fue noticia ese año por el referéndum del 1 de octubre  en el que con un 90% de los votos se reveló la victoria de  la independencia de España por parte del Gobierno de Cataluña; en este referéndum habían participado 2,5 millones de catalanes, la mitad de la población. Mariano Rajoy tomó medidas, pero el 27 de octubre se declaró la independencia de manera unilateral. El gobierno español disolvió al Congreso y  se propuso nuevas elecciones para el 21 de diciembre, además se ordenó la detención de los líderes independentistas. España no fue el único país asolado por el terrorismo, Reino Unido fue igualmente escenario del horror con los atentados acontecidos en Manchester durante un concierto de la cantante Ariana Grande el 22 de mayo, en donde perdieron la vida 20 personas. Pero ya habíamos comenzado el año con terrorismo y atentados, como el que se llevó la vida de 39 personas en Turquía el 1 de enero durante una fiesta de fin de año. La crisis económica y política de Venezuela se agudizó en 2017; la escasez de alimentos y medicinas propició protestas. Además Corea del Norte continuó preocupando al mundo por las pruebas nucleares que realizó, al lanzar un misil que voló 700 km antes de caer en el mar de Japón. México volvió a temblar un 19 de septiembre, justo 32 años después de hacerlo en la misma zona; el sismo de 7.1 grados produjo más de 300 víctimas mortales además de numerosos heridos y daños materiales. Portugal ardió en agosto después de uno de los veranos más secos y calurosos de las últimas décadas. Además este año fue recordado por el escándalo del “Me too”, que puso en el ojo del huracán al productor de Hollywood Harvey Weinstein y de la llegada de Trump a la Casa Blanca.



2018 será recordado por el acercamiento de dos potencias como EEUU y Corea del norte, además del acontecido entre las dos Coreas. En este año España celebraba los 40 años de la Constitución Española, un texto que en todo este tiempo apenas ha sido modificado, siendo uno de los menos reformados de la Unión Europea. Cuba celebró elecciones, resultando elegido nuevo presidente Miguel Díaz Canel, primer jefe de Estado que no pertenece a la dinastía Castro en 60 años. Brasil también eligió nuevo presidente, al ultraderechista Jair Bolsonaro. El asesinato de Jamal Khashoggi, periodista saudí en la embajada de su país en Estambul indignó al mundo. Europa vivió uno de los veranos más cálidos y sofocantes, dejando numerosos incendios en Grecia, España y Portugal. Ese mismo verano, 17 niños de Tailandia quedan atrapados durante más de 13 días en una cueva inundada. La naturaleza se ceba con Indonesia con tres terremotos casi seguidos a finales de julio, a principios de agosto y a finales de septiembre, este último temblor ocasionó un tsunami que dejó  miles de fallecidos. El Brexit sigue siendo un asunto candente. En 2018 también se habló de la muerte de Stan Lee, del encontronazo ocurrido entre Letizia y la reina Sofía, de la boda de Harry y Meghan, de la cantante Rosalía, la lucha feminista con la huelga del 8 de marzo y de la muerte de Stephen Hawking.



Llegamos al 2019, un déjà vu de los años anteriores; un año de catástrofes naturales y personales,  de tragedias, de luces y sombras. Un año. 365 días que nos dejan a cada uno un balance muy personal. A nivel internacional ha tenido varias caras visibles, como la de la activista sueca contra el cambio climático Greta Thunberg, la de Juan Guaidó y su designación como presidente interino por la Asamblea Nacional de Venezuela, o la del emperador Akihito y su abdicación al trono de Japón. Por desgracia, a nivel nacional todos recordamos al niño Julen que cayó a un pozo de 107 metros de profundidad y que fue rescatado sin vida 12 días después. En nuestro país volvió a ser noticia Francisco Franco al exhumarse sus restos del valle de los Caídos el 26 de octubre. Así mismo el año nos deja un balance de tragedias y accidentes, como la ocurrida en México en enero con la explosión de un ducto de petróleo de la compañía PEMEX en la que murieron más de 80 personas. La del ciclón Idai, que dejó en Mozambique más de 1000 fallecidos, la explosión de una planta química en Xiangshu, China, y el incendio que destruyó parte de Notre Dame. A nivel local, un voraz incendio arrasó Gran Canaria. El Amazonas también se quemó y el deshielo del Ártico alcanzó máximos históricos. Se capturó la primera imagen de un agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la galaxia Virgo A, y fue el año del final de Juego de Tronos.



Dejamos atrás los años 10 del siglo XXI y comenzamos los 20 con la esperanza intacta (o casi),  deseando que, en lo posible, estos años tengan más “altos que bajos” y que nos traigan prosperidad, alegría y momentos inolvidables, y que los momentos bajos, que los habrá, nos hagan valorar lo que tenemos. Toca hacer balance de la década que dejamos atrás, personalmente espero que este tiempo haya sido benévolo contigo, que los años hayan sumado en ti sabiduria, serenidad y belleza. No puedo prometer que "El Desván Secreto" seguirá aquí, ni que yo lo haga, 10 años es mucho tiempo aunque poco a poco estemos resistiendo más de lo que pensaba. Ojalá podamos repasar juntos esta década que comienza dentro de 10 años. Prometo intentarlo, y si te parece, te cito para esa fecha... ¿qué me dices? ;)
Muchos besos y muchos abrazos...

17 de noviembre de 2019

Pequeño Timi


¿Cómo empezar a hablar de ti, pequeño Timi? Siempre serás nuestro pequeño, bonito y dulce Timi. Una bolita asustadiza que nos enamoró en el albergue, con sus ojitos dorados y esa cara de plata tan llena de inocencia y bondad. Tenías mucho miedo de todo pero poco a poco fuiste confiando, te diste cuenta de que tus nuevos dueños te iban a querer mucho y que sin casi conocerte ya lo hacían.
Tu también empezaste a querernos muy rápido, y después de un periodo de adaptación empezaste a ser el cachorro feliz que eras. Saltabas como un canguro, disparatado, divertido, jugando con la tierra, a escarbar, a ser el más veloz, mordiendo todo aquello que encontrabas a tu paso. Te hiciste un hueco en el sofá, al lado de la ventana, tu lugar favorito, y desde allí nos sonreías y te alegrabas cuando nos veías llegar. Los perros sonríen también, tú lo hacías y siempre te recordaré así, pero también con pena, con mucha pena por este tiempo tan fugaz. No es justo. No tenía que suceder así. Te queríamos en casa, como lo estuvieron Brown, Homer y Pancho; muchos años de felicidad y juegos. Pero apenas fueron tres meses y medio, y cuánta impotencia saber que ya no estarás más. No imaginaba mi vida sin un peludo, porque el vacío de Pancho fue demasiado, y ahora tú también y de una forma tan cruel nos dejas así… ¿cómo voy a superar esto de nuevo? ¿Cómo, si ya no puedo pensar en adoptar otra mascota…? ¿Para pasar de nuevo por este dolor? Pero qué dolor pensar que ya no vaya a tener otro ángel como lo fuiste tú, como los fueron mis otros perros bonitos. Sé que os necesito, vosotros sois luz, una luz única que da significado a la palabra amor, pero ahora tengo una herida en mi corazón y no sé si llegará a curarse. Siento dolor, rabia, impotencia, tristeza… y necesito aliviar ese dolor, calmar esa rabia, apagar la impotencia y superar esta tristeza para poder pensar en acoger otra alma pura como la tuya. Timi, tú fuiste una alegría. Ojalá mis alegrías fueran tan duraderas como lo son las tristezas, porque a veces pienso que mi vida esta descompensada, que la balanza se inclina más al lado feo, y que lo bueno siempre resulta efímero frente a lo malo que, por alguna razón, se instala, se queda, obligándome a convivir con ello. No quiero pensar así, ya sé que hay que buscar lo bello, pero es tan difícil  encontrarlo en días como hoy… Te quiero, te lo decía cada día porque es verdad, quererte fue instantáneo y muy fácil. Te voy a extrañar mucho, pequeño Timi. Se lo dije a Pancho en su despedida, y a ti con más razón, me han faltado días, semanas y meses porque no gasté todo el amor que tenía para darte. Espero que desde ese lugar bonito a donde van las almas como la tuya te hayas encontrado con Pancho, Homer y Brown, seguro que ellos te cuidarán como lo hicimos nosotros.



18 de octubre de 2019

10 extrañas y curiosas supersticiones del mundo


#1 China. Espejos
En la China antigua, se creía que los espejos protegían a sus dueños del mal, haciendo visibles los espíritus ocultos y revelando los secretos del futuro. Una persona asustada por un fantasma podría curarse mirándose en el espejo. A menudo se colgaban espejos en los techos de las cámaras funerarias para que los muertos pudieran descansar sin la preocupación de ser perseguidos por espíritus malignos.

#2 Suecia. Alcantarillas
Algunas tapas de alcantarilla suecas tienen la letra K de “källvatten” (agua potable), pero muchos piensan que es para representar la palabra “kärlek” (amor); y otras alcantarillas tienen la letra A de “avloppsvatten” (aguas residuales), que otros tantos la interpretan como un símbolo para “avbruten” (ruptura). En Suecia es fácil reconocer a los locales al verlos saltar para evitar pisar estas últimas… y dicen que el “antídoto” para revertir la mala suerte en el amor a la persona que accidentalmente pisa una A es darle tres palmadas en la espalda.

#3 Egipto. Búho
El búho es un ave rapaz nocturna. Considerado en la antigüedad como un símbolo de sabiduría, en la antigua Grecia se les relacionaba con la diosa Atenea. Los romanos los consideraban aves funerarias, por sus actividades nocturnas y por tener sus nidos en lugares poco accesibles, por lo que ver a un búho en el día se consideraba de mala suerte. En la Edad Medía algunas de sus características como su enigmática mirada, sus grandes ojos y  el poder girar su cabeza tan rápido, que da la impresión como si dieran una vuelta de 360 grados con ella, se consideró como algo “diabólico” y por ello “asociado con el Diablo”, y por ello fueron perseguidos indiscriminadamente. En algunos países como Egipto se cree que el búho trae mala suerte a la primera persona que lo ve o lo oye.

#4 Japón. Pulgares
Algunos supersticiosos ponen sus pulgares hacia abajo al paso de la comitiva fúnebre para que la muerte pase de largo y no se fije en ellos.

#5 Alemania. Agua
Esta superstición se atribuye a Alemania, pero en España también se considera un gesto desafortunado brindar con agua; en el país germano brindar con agua significa que deseas la muerte de toda la gente con la que estás bebiendo. El origen de esta superstición tiene que ver con la mitología griega, pues los muertos castigados con el sufrimiento eterno debían de beber del río Lete, uno de los cursos fluviales del Inframundo, para olvidar su vida corpórea. Por esa razón, los griegos solían honrar y brindar a los muertos con vasos llenos de agua para así simbolizar su viaje hacia las profundidades de Hades.



#6 Hungría. Cerveza
En Hungría ocurre casi lo contrario: jamás brindan con cerveza. Esta costumbre surgió en 1849, cuando perdieron la guerra contra Austria y éstos lo festejaron con sonoros brindis de jarras de cerveza, por lo que los húngaros decidieron que no volverían a brindar con cerveza en 150 años; y aunque ya ha pasado este período siguen manteniendo la costumbre, quizás para   evitar la mala suerte.

#7 Portugal. Al revés
En Portugal da muy mala suerte caminar hacia atrás, pues se cree que de esta forma permites al Diablo saber dónde estás y hacia dónde vas.

#8 Estados Unidos. Peniques
Encontrarse un penique tirado en el suelo (especialmente si la cara mira hacia arriba, es un signo de buena suerte. Se cree también que da más suerte si el penique tiene la fecha de tu nacimiento.

#9 Japón. Hipo
Según la superstición japonesa, si una persona tiene hipo más de 100 veces seguidas, significa que morirá pronto.

#10 México. Barrer

En este país hay que barrer sólo a la luz del día, pues se cree que barrer tu casa de noche trae muy mala suerte, sobre todo en materia económica; pero también se dice que barrerlos pies de alguien soltero hará que se “barran” toda posibilidad de que se case. 

21 de septiembre de 2019

Saul Leiter, fotografías.


Saul Leiter (3 de diciembre 1923 - 26 de noviembre 2013) fue un fotógrafo y pintor norteamericano. Sus  primeros trabajos en los años 40 y 50 permitieron incluirle como integrante de la Escuela de Fotografía de Nueva York. Su obra se encuadra en el  género de fotografía callejera y de moda. Saul Leiter aportó innovación en la estética formal, aunque tuvo un reconocimiento tardío. El propio Leiter decía: "En alguna parte secreta de mí había un deseo de evitar el éxito" o "Hay una enorme ventaja en no ser importante". A Saul Leiter le gustaba mezclarse con la gente anónima de la gran ciudad, camuflarse, fundirse con ellos en los reflejos de los escaparates para poder mirar sin ser visto. Fotografiar por detrás de los bordes de las cosas; por eso sus paisajes urbanos se ven a menudo a través de lluvia, de la nieve o de ventanas empañadas. De esta forma  explicaba Margit Erb, directora de la Fundación Saul Leiter, durante la presentación de Saul Leiter: In Search of Beauty, el rasgo más distintivo de su  obra, quien el destino le auguraba una profesión muy diferente a la de fotógrafo,  iba para rabino, pero su madre le regaló una cámara a los doce años y esto lo cambió todo.
Saul Leiter no gozó de popularidad en vida. Su filosofía vital le alejó deliberadamente de los focos y la atención; prefería su mundo pequeño, íntimo, pausado, sus paseos por New York, sus libros, un café escuchando música; jamás creyó que sus fotografías valieran gran cosa. Pero consiguió, sin perseguirlo, convertirse en un referente de la fotografía al darle importancia al color en un momento, los años 50, en que la fotografía urbana era en blanco y negro. Saul Leiter fue siempre humilde, y desde esa óptica se asomó al mundo esperando que apareciera ese instante... la foto que le cosquilleara por dentro.

























15 de septiembre de 2019



¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene la expresión “estar a dos velas”? Hay debate, al parecer esta expresión, usada para referirse a estar sin dinero o en una situación precaria, parece provenir de las iglesias. Después de misa se apagaban todas las velas menos dos, las que estaban situadas delante del sagrario; y como estas alumbraban muy poco el templo quedaba triste y mortecino igual que el ánimo del que no tiene dinero para comer. Aunque existe otro origen. En el libro El porqué de los dichos (Ariel, 2015), su autor José María Irabarren, sugiere que “estar a dos velas” alude al juego y al hecho de que, antiguamente, en las timbas y partidas de naipes ilegales, el banquero solía contar los puntos y el dinero a la luz de dos velas. En este supuesto, si un jugador lograba ganar todo el dinero de la banca literalmente dejaba al banquero "a dos velas” (Fuente: Muy Interesante).

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